lunes, 3 de diciembre de 2007










Valeriana de un instante






Entre recovecos, mi mente vagaba en los recuerdos del ayer,

una sonrisa dulce se apodero de mi alma,

cada palabra pertenecia a un pasado,

cada momento fue un gesto de sinceridad,

sin embargo, la soledad aun cubre mi espiritu,

es la mirada perdida, la que recobra vida con mas frecuencia,

y es el murmullo del viento el que invade mi corazon.




Una apacible melodia de instantes divertidos,

las voces recobran su alegria y el pensamiento se eterniza,

pero, el eco de esas voces es muy tenue,

ya solo lo escucho yo,

solo mi alma los recuerda,

vuelvo y escribo para cantar los ecos mas infimos,

esos que alguna vez quise borrar.




Y pensar que algunos solo viven de recuerdos!

nunca quiero parecerme a ellos,

pero ciertas veces me parezco,

porque la brisa que invade mi cuerpo se hace mas fuerte,

y los instantes se cuelan como gotitas de valeriana,

que sublimizan la ansiedad de la pasion dormida,

otra dimension se esparce,

un mundo me invade,

un mundo que ya no es de nadie.




Ya el eco de las voces es mudo,

pero los latidos del corazon vibran en el alma,

como si aun se despertaran sentimientos,

como si un recuerdo valiera mas que los segundos de un dia,

y entonces descubres el placer de vivir en el pasado,

un vicio romantico para poetas,

tetrico para materialistas,

anestesico para sonadores,

pero bueno para el hombre,

que con cada recuerdo vuelve a amar de nuevo.




Maria Eugenia Fanti

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